Dar a conocer los pormenores del proyecto a todos los implicados y, que contribuyan a evaluar el proyecto antes de ponerlo en marcha.
Poner en marcha el proyecto y simultáneamente realizar un registro de los procesos y productos que se vayan generando, para recabar información que pueda utilizarse en la evaluación contínua y final del proyecto, así como para la evaluación formativa de los estudiantes, de tal manera que sobre la marcha se vayan haciendo (y registrando) las adecuaciones pertinentes y se retroalimente oportunamente.
Evaluar los productos de aprendizaje mediante: autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación, para lo cual se emplearán rúbricas que serán dadas a conocer antes de realizar la actividad, para que todos los participantes tengan claramente definido el propósito, las competencias que se pretenden alcanzar y el nivel de comprensión logrado (Uniestructural, Multiestructural, Relacional o Abstracto ampliado).
Editar o rediseñar el proyecto en base a la reflexión de la experiencia y a los resultados de la evaluación.
Echar a andar de nuevo el proyecto…
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